Por regla general y siguiendo el protocolo médico de las fases del crecimiento del vello, las sesiones se realizan en un espacio de tiempo de 6 a 8 semanas. Este proceso es el estimado pudiendo variar según las características de determinadas personas. Una vez se avance en las sesiones, el vello irá creciendo con menos fuerza empezando a aparecer pequeñas calvas que irán en aumento todavía más avanzado el tratamiento.
De media el 75 % de las personas que se someten al tratamiento necesitan entre 4 y 8 sesiones para perder el 90% de su vello. El 25 % restante equivaldría a personas con algún trastorno de la piel. Esto solamente supondría ir viendo la evolución del tratamiento para ser ampliado con alguna sesión más. La duración de cada sesión dependerá de la zona a tratar en un tiempo estimado entre quince minutos y dos horas.
La duración total del tratamiento es de 4 a 8 sesiones según la zona a tratar y dependiendo siempre de las características del paciente, pudiendo ser ampliado en alguna sesión más hasta llegar a ver el resultado definitivo.